En medio de las dificultades de la vida, el
Señor siempre nos da las fuerzas necesarias para levantarnos y seguir adelante.
Hay
una cita de la madre Angélica -esa religiosa que con doscientos dólares, una
docena de monjas y sin tener ni idea ni de cómo se encendía una casete, fundó
la EWTN, la mayor cadena de televisión
católica del mundo- que siempre me sirve de revulsivo en los momentos de
desánimo:
“Si
quieres hacer algo por el Señor, hazlo. En
cuanto veas que es necesario actuar, aunque te tiemblen las piernas,
aunque estés muerto de miedo, da el primer paso. Junto a este primer paso llega
la gracia y, a cada paso, más gracia. Tener miedo no es el problema, lo que nos
tiene que asustar es no hacer nada”.
Hay
días en que el reloj se para, el coche
no se pone en marcha y el arroz se pasa, llueve cuando vamos sin paraguas y la
gente no nos devuelve el saludo si les damos los buenos días. Hay mañanas en
que nos duele todo; abrimos los ojos y la distancia que dista de la cama al
suelo nos parece una montaña formidable que debemos escalar.
En esa tesitura es cuando el cristiano
auténtico se mantiene en pie mientras los otros se han rendido, acobardados por
la inmensidad de la tarea o atormentados por la culpa. Se mantiene firme
enarbolando la misma vieja bandera de siempre, y lo hace con alegría, porque el
amor de oficio, la caridad de encargo no nos vale para nada. Ya lo dijo san
Pablo: “aunque dominara las lenguas antiguas, aunque diera mi dinero a los
pobres...” de nada nos sirve.
Cuando
los esposos ya no se hablan sino a gritos, cuando los hijos pegan a sus padres
y acosan a sus profesores, cuando la juventud ya no cree en Dios pero adora la
botella, la raya de cocaína o la estrella de rock; cuando se oyen más
blasfemias que bendiciones, cuando ya no se escuchan palabras de ánimo sino
chismes calumniosos, cuando las personas honestas son esa gente rarita y
aburrida con la que los más espabilados no quieren estar, es entonces cuando
más debemos creer.

Todos
ellos son mis héroes, y en todos ellos veo la mano de Cristo.
Bella entrada.
ResponderEliminarBendiciones.
Duele mucho cuando colocas tu corazon,tu tiempo en un proyecto y salen las cosas como no esperabas y tienes enemigos detras tuyo con ojo de aguila...te acaban!!!.
ResponderEliminarDuele ese dicho que dice "No hagas cosas buenas que parezcan malas".
Mil bendiciones.