viernes, 10 de agosto de 2012

Científicamente probado



Rezar es bueno para la salud. Fortalece el sistema inmunológico, reduce el estrés y previene la depresión. Es un potente antídoto contra el suicidio, estimula la memoria y mejora el sueño. No provoca alergias, mareos ni dolor de estómago. No engorda ni produce colesterol, previene el Alzhéimer, alarga la vida y ahuyenta la depresión. Además, carece de efectos secundarios.

                Rezar no consume energía. Ni encoge, ni mancha ni contamina. No arruga, ni maltrata ni agrede la capa de ozono. Es cien por cien espiritual. No lleva aditivos, conservantes ni colorantes. No provoca accidentes, no causa catástrofes naturales ni lanza a la atmósfera emisiones de CO2.

                Rezar es gratis. Da mucho y no cuesta nada. No se agota nunca y asegura la vida eterna. Da frutos todo el año. No paga impuestos ni  hacerlo requiere solicitar licencia; cuanto más lo usas menos se gasta. Se ofrece sin interés y da mucho beneficio. No lleva pilas ni funciona con monedas, pero su cobertura alcanza el más allá.

                Rezar no irrita ni desespera. No es egoísta ni lleva cuenta del mal. Es paciente y provoca alegría, espanta temores y te hace probar el cielo sin ser una droga. Lo mismo vale para una emergencia que para un capricho, y auxilia tanto a los vivos como a los muertos.
                Rezar es apto para todos los públicos. Puede usarse en la playa o en la montaña, en voz alta o en silencio. Cuando estamos tristes o cuando saltamos de felicidad, en la guerra o en la paz, en el estadio o en el laboratorio, el taller o en la tienda.

                En caso de duda, consulte con cualquier persona de fe.

2 comentarios:

  1. Y yo doy fe de que es cierto, rezando el rosario mis crisis agudas de ansiedad pasan más rápido y es más efectivo que la tabla de respiración.

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